Título original: Las ranas también se enamoran
Editorial: Versatil
Fecha de publicación: Septiembre 2011
Encuadernación: Rústica con solapas
Precio: 15,90 €
Páginas: 380
Tamaño: 15x23 cm
ISBN: 978-84-92929-46-7
Marta Rodríguez es una joven y divertida madre soltera que
conduce una Honda CBF 600. Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola
Herrera, donde hace un poco de todo. Tan pronto soluciona temas de banco como
diseña y cose el mejor vestido de flamenca. La vida de Marta, y su entorno, da
un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un
empresario inglés, serio a la par que sexy, se cruza en su camino.
¿Qué será Philip, una rana o un sapo más en el gran charco de la
vida?
Sencillamente ¡¡genial!! ¡Maravilloso! Me declaro desde ya fan
oficial de Megan Maxwell. Es el primer libro suyo que leo y me ha gustado
mucho, espero leer alguno más de ella sí o sí.
No sé por dónde
empezar, porque me ha gustado todo, sus personajes
son estupendos, corriendo se les coge cariño, con esa frescura y esa chispa que
nos caracteriza a los españoles. Me ha gustado muchísimo encontrarme con
expresiones tan corrientes y típicas de aquí, más aún de donde yo me encuentro,
en Andalucía. No sé, será una tontería pero que nombren el Mercadona, la feria
y tantas otras cosas me ha hecho mucha ilusión. Y por otra parte, podríamos
decir que he estado leyendo una película americana,
porque en mi cabeza la he visto como tal, una de esas comedias americanas divertidas
a la par que sensibleras que nunca me cansaría de ver. Ese rollito en plan
amigos con derecho a roce y nada más, pero que después a cada uno le hierve la
sangre por los celos cuando se le acerca otra persona, hasta que poco a poco se
van dando cuenta de sus verdaderos sentimientos.
“-¿Cuál es el juego de la rana?
Con una picaruela sonrisa en los
labios contestó Patricia:
-Como el de la oca. Pero esta vez se
dice: de rana en rana y busco otra porque me da la gana.
-Ah… pensé que era de rana en rana y
me tiro otra porque me da la gana.
-Mujer… pretendía ser más fisna y elegante –se carcajeó aquella.
-El problema Patri, es que yo no soy
así. Soy rematadamente decente y tonta.
-Pues tienes que intentar ser algo
indecente, principalmente por ti. Necesitas pasarlo bien, sin excusas y sin
compromisos. Y eso, querida, solo lo lograrás buscando una rana que te haga
sonreír y no un principito celeste que te quite to er sentío común.
Al decir aquello ambas se carcajearon
y fueron a la barra a pedir otro rebujito.”
Se
trata de un libro muy fluido, con bastante diálogo y que resulta muy ameno.
Tienes peligro de quedar enganchada a él, como me ha ocurrido a mí, que tenía
que dejarlo para hacer el millón de cosas que tenía que hacer y mientras,
estaba deseando acabar, para coger de nuevo el libro y retomar la lectura, :)
Se cuenta desde
el punto de vista de nuestra protagonista Marta, pero hay determinados momentos
en que la escritora nos muestra lo que están pensando otros personajes en
determinados momentos, cosa que me ha agradado mucho. Marta
es una mujer de barrio independiente, fuerte y con mucho carácter.
Vanesa es la hija de Marta y es una adolescente de dieciséis-diecisiete años y
como toda adolescente hará de las suyas y creará algunos problemillas. Y Philips es un empresario inglés, que aunque parece
serio y estirado, resulta ser todo pasión y muy sensual. ¡Chicas, me he
vuelto a enamorar! XD Creo que Philips es el típico
hombre perfecto de las películas con las que todas las mujeres sueñan.
“Intentó rodearle para pasar, pero
este, extendiendo el brazo, la paró tocándole la cintura.
-¿El que te espera es el italiano? Por
eso llevas tanta prisa.
<<Caray… al final va a ser
cierto lo que me ha dicho Adrian>> pensó sorprendida, pero sin cambiar el
gesto preguntó:
-Vamos a ver. ¿Te he preguntado yo a
ti algo sobre la Banderburguer? –él no respondió-. Me importa un pimiento del
piquillo lo que hagas, o lo que dejes de hacer. Y me voy porque quiero. Porque
tengo cosas más importantes que hacer que estra perdiendo el tiempo aquí
contigo, ¿algo más?
Mis
partes preferidas de la historia creo que han sido los <<tira y
afloja>> entre Marta y Philips, los celillos y sus arrebatos emocionales,
que siempre acaban de una forma bastante pasional.
Y ahora os voy a hablar
de una canción que le va al dedillo a este libro, la de “Pedacitos de ti” de
Antonio Orozco. Dio la casualidad que estaba leyendo una parte del libro en la
que Philips observaba a Marta y ella a él cuando la escuché. Normalmente no
hago esto, nunca me ha dado por buscar ningún tema para un libro ni nada, pero
este se lo otorgo sin duda y espero que cada vez que la escuche me acuerde el
libro.
“En un par de ocasiones Philip intentó
acercarse a Marta. Pero esta le esquivaba y le dejaba con la palabra en la
boca. Eso fue calentando el humor de Philip quien a media noche bullía como una
tetera.
Karen y Lola se habían dado cuenta de
aquello y no sabían si reír o llorar. Ver a Philip en aquella tesitura era
nuevo para ellas. Tanto como para él. Finalmente Patricia y Adrian tomaron
cartas en el asunto y volviéndose hacia su esquiva amiga preguntaron:
-¿Vas a dejar de hacer el tonto de una
santa vez? –Gruñó Patricia-. Parece que te han puesto un petardo en el culo y
no puedes parar.
-Sí, nena sí. Estás más movidita que
la compresa de una coja –susurró Adrian.”
Quiero recomendar
este libro a todo lector que pase por
esta reseña y decirle que si no lo ha leído, que no espere, que merece
totalmente su atención.
Tiene
momentos bastante divertidos, momentos corrientes, duros como la vida misma,
románticos, desenfrenados, pero sobre todo destaca por cómo te hace sentir, yo
misma he derramado algunas lágrimas de la emoción. Sencillamente precioso.