Reseña: El enigma Rosenthal

Título original: El enigma Rosenthal

Autora: Daniel Hernández Chambers

Editorial: Algar joven

Fecha de publicación: Mayo 2010

Encuadernación: Tapa blanda

Precio: 10,00 €

Páginas: 201

Tamaño:  13,5x21cm

ISBN: 978-84-9845-192-4

Ingrid Vaughan se ve obligada a trasladar a su hijo Michael, en coma irreversible tras un accidente, a una misteriosa institución donde cuidan de enfermos terminales hasta que llegue su último momento. Paralelamente, Thomas Kehl sigue la pista de su abuelo desaparecido durante la Primera Guerra Mundial. Sus investigaciones le llevan hasta un manuscrito guardado en la biblioteca de Múnich.

Ambas historias confluirán en la mansión de la condesa Von Rosethal, un lugar fantasmagórico donde los acontecimientos llevarán a los protagonistas a descubrir unos hechos terroríficos.

Antes que nada quiero criticar un poco la portada del libro porque no sé qué tiene que ver con la historia. Aunque está muy chula y puede atraer al lector, lo engaña de forma exagerada. Ninguno de los personajes atiende a dichas características, ni ningún elemento de la novela.

Con respecto a la sinopsis podemos apreciar dos historias que confluyen paralelamente y que en un momento dado del libro se van a cruzar. Lo que te puede sugerir dicha sinopsis, es quizás que nos vamos a encontrar con una mansión o institución encantada, con fantasmas o fenómenos paranormales, o a lo mejor soy yo la que me lo imaginé así, pero nada más lejos de la realidad, aunque claro, no os voy a desvelar nada para no chafar al que no lo haya leído.

Por otra parte fijaros en la frase que aparece en la portada: “Descubre el terror de primera mano”. Con esto nos están asegurando que se trata de un libro de miedo, ¿no? Pues en mi opinión creo que se trata de una frase falsa, aunque también os puedo decir que yo soy muy poco asustadiza, pero aún así me parece que si la intención del autor es asustar se ha quedado muy cortito.

En conclusión, es un libro que me ha decepcionado bastante, se trata de un simple relato al que yo no pondría el apelativo de “libro o novela”, cuyo autor se entretiene de sobremanera describiendo nimiedades dando 200 páginas a un libro en el que en realidad no sucede nada.