Reseña: Delirium

Título original: Delirium

Autora: Lauren Oliver

Editorial: SM

Encuadernación: Rústica con solapas

Precio: 15,95 €

Páginas: 445

Tamaño: 15x20,5 cm

ISBN: 978-84-675-4733-7

Antes de que los científicos encontraran la cura, la gente pensaba que el amor era algo bueno. No entendían que un amor -el delirio- florece en tu sangre y no hay forma de escapar de él. Pero ahora, todo ha cambiado. Los científicos han sido capaces de erradicar el amor y los gobernantes exigen que todos los ciudadanos reciban la cura cuando cumplan los dieciocho. Lena Holway siempre ha esperado el día en el que sería curada. Una vida sin amor es una vida sin sufrimiento: segura, medida, predecible y feliz. Pero faltando noventa y cinco días para recibir el tratamiento, Lena hace lo impensable: se enamora.

Delirium era un libro que no me llamaba mucho la atención cuando salió, leí algunas críticas pero aún así no me terminó de convencer. Sin embargo cuando publicaron Pandemonium hubo una avalancha de reseñas  entre los blog y además muy buenas del libros, así que me ya me picó la curiosidad y me convenció del todo. Así que me alegro mucho de haberlo leído finalmente, la verdad es que me ha gustado, tampoco lo voy a poner por las nubes pero espero mucho más de su continuación.

“Es raro cómo funciona la vida. Deseas algo y tienes que esperar y esperar, y sientes que no llega nunca. Luego sucede y se va, y todo lo que deseas es acurrucarte una vez más en el instante anterior a que cambiaran las cosas.”

Lena es la protagonista. Al principio nos la presentan un poco tímida, sosa y muy responsable, con las ideas claras y un poco temerosa de la autoridad. Sin embargo va a resultar que es más activa de lo que parece al principio. Hay que destacar su obsesión con la madre, todo lo relaciona con ella y se le viene en innumerables ocasiones a la cabeza. No es una protagonista que llame la atención especialmente, no llega a convertirse en una de las favoritas, pero tampoco le coges manía. Aunque también se puede decir lo mismo del resto de los personajes, ya que Álex tampoco me ha cautivado enteramente. En cuanto a la relación de amor que surge entre los dos, es bonita, sobre todo cuando se ven el uno al otro por primera vez y se van conociendo con el tiempo.

“A veces siento que si uno observa las cosas, si se sienta quieto y deja que todo exista frente a él, el tiempo se detiene por un instante y el mundo se congela a medio giro. Solo por un instante. Y si de algún modo uno es capaz de vivir en ese segundo, puede vivir para siempre.”

La historia es algo original, pero tampoco me transmite la credibilidad de otras y a veces puede resultar un poco tonto eso de la enfermedad del amor. El principio me recordó al libro Traición de Scott Westerfeld, una sociedad regida por una operación, una amiga rebelde que intenta desafiar a la autoridad, pero ahí acaba el parecido. Una cosilla que le ha faltado ha sido algo de tecnología, ¿no?, que se supone que estamos en el futuro (no muy lejano) y no hay ninguna pequeña novedad, hasta la secundaria se sigue llamando igual. Otro detallito sin sentido es que en una sociedad en la que no existe el amor a mi parecer no encaja ningún Dios por ningún lado y sin embargo se hace referencia en un par de ocasiones.

“Lo más extraño de la vida es que sigue su traqueteo, ciega e ignorante, incluso cuando tu mundo privado, la pequeña esfera que te has forjado, se retuerce y deforma hasta que llega a explotar. Un día tienes padres, al otro eres huérfana. Un día tienes un lugar y un camino. Al siguiente estás perdida en una selva.

Y sin embargo, el sol sigue saliendo y las nubes se juntan y van a la deriva y la gente compra comida y las pesianas suben y bajan y se tira de la cadena. Es entonces cuando te das cuenta de que casi todo, la vida, el incesante mecanismo de existir, no tiene que ver contigo. No te incluye en absoluto.”

Por otra parte me ha gustado muchísimo la filosofía empleada en el libro por la autora, las reflexiones sobre la vida que te puedes encontrar y que te hacen pensar (leer los extractos). Sin el amor, nos llegaríamos a convertir en robots sin sentimientos. Espero que quien no lo haya leído se anime a hacerlo porque merece la pena, a pesar de esos pequeños detalles que he nombrado antes.

“Yo decía que sin amor tampoco había odio, y sin odio no había violencia. <<El odio no es lo más peligroso>>, dijo él. <<Es la indiferencia>>.