Encuadernación: Rustica con solapas
Fecha de publicación: 3 de Junio de 2013
Precio: 15,90 €
Paginas: 292
ISBM: 978-84-92929-89-4
Vamos a ver, ¿qué hay de malo en ser demasiado servicial? ¿Y en
estar siempre dispuesta a echar una manita? ¿Acaso no es bonito tener siempre
en la punta de la lengua un “Tranquila, que eso ya lo hago yo”? Pues eso, que
te puedes encontrar por el camino con aprovechados desaprensivos que te exprimirán
como un limón.
Marina es una chica lista, pero tiene un gran problema: es
incapaz de decir no. Y para colmo se topa con Adela que peca de lo mismo,
añadida su encarnizada lucha contra los kilos de más.
Este libro me ha
resultado un tanto extraño, me explico, me ha gustado mucho la forma de
escribir de la autora, de forma muy natural como solemos hablar entre nosotros
y divertida, pero a lo que se refiere la trama me ha decepcionado un poco. Empezó
muy bien por lo que me enganchó en la primera página, pero conforme me iba
metiendo en la historia fue aburriéndome ya que se centra en su superación
personal y en su vida diaria en la oficina, pero en lo que respecta al amor (lo
que yo siempre busco en los libros), lo deja aparcado excepto en algunas páginas.
La protagonista de la
historia es Marina, una chica tranquila que vive sola con su gata, es sumisa y
le gusta agradar a todo el mundo aunque para ello tenga que renunciar a ella
misma, tiene una autoestima por los suelos. Siempre vivió en su pueblo con su
novio Pepecharli de casi seis años, pero lo deja para instalarse en la gran
ciudad, Madrid. Es un poco mojigata y pava, porque aunque es verdad que hay
gente que se deja pisotear y que no saben decir que no, Marina ya se pasa de la
raya. Piensas que después de todo lo que le va pasando y de que una compañera
intente abrirle los ojos, ella va a cambiar, pero no, durante todo el libro
siegue igual hasta el final.
Todo empieza con ella
buscando trabajo, llevaba seis meses en el paro después de que la echaran de la
empresa en la que trabajaba y el único puesto que encuentra es de contable (un
cargo tirado para ella que es economista y acostumbrada a llevar mucho a la
vez) en una oficina de una empresa
pequeñita donde compartirá oficina con Adela, una mujer clavadita a Marina en
forma de ser, esta rellenita por lo que piensa que no puede aspirar a más en la
vida que a lo que tiene, su puesto de trabajo como contable y su marido, con el
que no comparte vida ya que sólo quiso casarse con ella para tener los papeles
y poder quedarse en España, pero ella no lo asume y sigue pensando que el algún
día querrá estar con ella.
Las dos se dejan
pisotear por todos y sobre todo por Tati, la recepcionista, al ser la guapa de
la oficina se cree superior a ellas y les hará las perradas más grandes que se
puedan hacer por fastidiarlas.
Y por otro lado está
Roman, el vecino de Marina, ella lo vigila desde su ventana cuando saca al
perro al parque y un día se arma de valor y agarra a su gata, le pone una
cuerda y la saca para poder acceder a él, pero como ella se cree tan poco y se
piensa que él es mucho para ella no se da cuenta de él también se interesa por ella. Me
hubiera gustado que el romance con Roman hubiera estado por lo menos desde la
mitad del libro y se hubiera desarrollado.
“Pensé que la mujer más fea que había
visto en mi vida era la que cruzaba el paso de peatones por delante de mi
cochecito detenido. Era como uno de esos garabatos de homo no se qué, pero sin
duda muy anterior al sapiens, con el cuello larguirucho y enclenque, una cabeza
demasiado grande vencida hacia delante, arrastrando unos pies enormes. Con
tamaña tarjeta de presentación, lo de menos eran los ojos saltones de besugo y
la mueca torcida de la boca.
(…)
Y aquí comenzó mi maldición.
Vale, fui cruel al juzgadla tan objetivamente,
pero no era como para castigarme el cielo, digo yo. Pues sí. Aquello tubo
dramáticas secuelas…”
Es un libro que tiene
su moraleja y es hacer entender que hay que quererse a uno mismo y no dejarte
pisotear, que decir que “no” no significa ser malo o borde, que el físico no es
lo que importa sino el interior.
Está escrito en
primera persona, a pesar de que la historia me ha aburrido un poco, gracias a
la forma de escribir de la autora se me ha hecho un libro ameno, fresco y fácil
de leer.
Lo que me ha gustado: los pensamientos de Marina, la
forma de expresarse y contar lo que le va pasando es lo más divertido.
Lo que no me ha
gustado: el que todo el
libro se haya basado en la superación personal de Marina y el amor los haya
dejado aparcado para muy poquitas partes.
No se si me gustaría este libro, pero le daré una oportunidad.
ResponderEliminarUn beso
Buenas! he leído varias reseñas y todas dispares... el título, la portada y la sinopsis me llamaban muchísimo pero ante tanta disparidad no sé que hacer. Supongo que si tengo la oportunidad lo leeré.
ResponderEliminarbesos
Lo leí hace un tiempo y me gusto bastante, ahora tengo su segunda parte por leer ^^
ResponderEliminarBesitos
Realmente no sé si me gustaría o no. Pensaba que era otro tipo de libro y, aunque suelen gustarme los libros de superación personal, creo que no me identificaría con la protagonista :D
ResponderEliminar¡Besos!
Hola!
ResponderEliminarTienes un premio en mi blog: http://nuemiel-mundos.blogspot.com.es/2013/11/premio.html
Saludos ;)
Lo tengo entre mis pendientes.
ResponderEliminarBesos.
No sé, no sé. Quizás más adelante.
ResponderEliminarGracias por compartir tu reseña.
Besos